Ante la disminución del apoyo latino hacia Donald Trump a menos de cinco meses de las elecciones, especialmente en Arizona y Nevada, el presidente Joe Biden ha anunciado dos programas de alivio migratorio que beneficiarán a más de medio millón de indocumentados, en su mayoría mexicanos. Desde la Casa Blanca, Biden celebró el 12º aniversario del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y anunció la concesión de permisos de trabajo para cientos de miles de jóvenes beneficiarios del programa, la reapertura de inscripciones para nuevos solicitantes y la creación de una ruta hacia la ciudadanía para migrantes casados con ciudadanos estadounidenses.
Actualmente, las esposas indocumentadas de ciudadanos deben regresar a su país de origen, como México, para solicitar un estatus de residencia de largo plazo, explicó Biden, acompañado de legisladores hispanos y líderes de organizaciones de defensa de los migrantes. Esto obliga a muchas familias a vivir en las sombras, con miedo constante a la deportación y sin la capacidad de trabajar legalmente.
Se estima que hay 200 mil matrimonios mixtos –entre indocumentados y ciudadanos– en Arizona y Nevada, estados clave en las próximas elecciones del 5 de noviembre. Expertos coinciden en que Biden busca consolidar su apoyo entre estos votantes, tras una victoria reñida en 2020 en ambos estados.
Los beneficiarios de DACA y los cónyuges de ciudadanos estadounidenses son mayoritariamente mexicanos, y el nuevo programa establece un mínimo de diez años de estadía en el país. Los solicitantes deberán cumplir ciertos requisitos, como no tener antecedentes criminales, y podrán legalizar a sus hijos menores de 21 años. Sin embargo, solo serán aceptados aquellos que hayan estado casados antes del 17 de junio pasado.
El anuncio de Biden ha generado críticas por parte de la campaña de Donald Trump y de los republicanos, quienes lo califican como una “amnistía masiva” similar a la aprobada por Ronald Reagan en 1986. La portavoz de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, advirtió que el plan resultará en un aumento del crimen, costará millones de dólares a los contribuyentes, saturará los servicios públicos y agotará los fondos de Seguro Social y Medicare para financiar a los migrantes ilegales.
En contraste, las organizaciones de defensa de los migrantes elogiaron la decisión de Biden. Jorge Loweree, director de programas del Consejo Americano de Migración (AIC), señaló que este anuncio transformará la vida de miles de migrantes y sus familias, y aunque aún queda mucho por hacer, es un paso histórico que beneficia a las comunidades migrantes y a la economía.
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