Durante el evento, se aprobó una reforma estatutaria que permitiría a Moreno buscar la reelección como líder del partido por hasta 8 años consecutivos, extendiendo también los mandatos de los dirigentes estatales y municipales. Los gritos de "¡No Reelección!" fueron apagados por los cánticos de "¡Alito, Alito!" que consolidaron el control de Moreno sobre el debilitado partido tricolor.
En su primer discurso tras la aprobación de la reforma, Moreno atacó a los priistas que abandonaron el partido y a aquellos que han criticado su intención de perpetuarse en el poder, acusándolos de ser cínicos y traidores. Afuera del recinto, priistas inconformes intentaron irrumpir en la Asamblea, mientras que dentro, los delegados aprobaban sin oposición la modificación del artículo 178 del estatuto, permitiendo la reelección de los líderes del partido por varios periodos consecutivos.
La reforma, que ha causado malestar entre diversos grupos y liderazgos del PRI, parece ser parte de un plan calculado por Moreno desde diciembre de 2022 para mantenerse en el poder hasta las elecciones presidenciales de 2024. A pesar de las críticas de figuras prominentes como Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu, Moreno ha consolidado su control sobre el partido, asegurando el apoyo de los órganos internos para expulsar a cualquier disidente.
Moreno declaró que sus críticos no podrán hacerle nada, ya que ha asegurado su posición controlando el Consejo Nacional y las dirigencias estatales y municipales. Con esta reforma, Moreno se asegura de liderar el PRI durante el próximo sexenio de Claudia Sheinbaum, mientras muchos dentro y fuera del partido lo ven como un aliado del obradorismo. Las acciones de Moreno han sido interpretadas como un movimiento para mantener el control y los recursos del partido para su beneficio personal y el de su círculo cercano, evidenciando una transformación del PRI en una franquicia política bajo su dominio.
Fuente: El Universal
No hay comentarios.:
Publicar un comentario