El Gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, subrayó la importancia de abordar el problema de la delincuencia organizada con la participación de los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal. Destacó que para enfrentar eficazmente estos desafíos, es esencial trabajar de forma geopolítica coordinada y sin límites jurisdiccionales que puedan obstaculizar los esfuerzos conjuntos. "La seguridad no reconoce fronteras," afirmó Durazo, enfatizando que solo mediante una cooperación estrecha y continua se podrá restaurar la paz y la seguridad en la región.
Por su parte, la Gobernadora de Baja California, Marina del Pilar, reiteró su compromiso con esta iniciativa, señalando que el mando único policial permitirá una respuesta más rápida y eficiente ante las amenazas de la delincuencia organizada. Indicó que, en colaboración con el orden federal, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina y la Guardia Nacional, se llevarán a cabo operaciones conjuntas para reforzar la seguridad y ejercer un mayor control en la zona. "Estamos aquí para trabajar juntos, sin importar las divisiones administrativas, porque la seguridad de nuestros ciudadanos es nuestra prioridad máxima," declaró Marina del Pilar.
Ambos mandatarios coincidieron en que este enfoque integral y colaborativo no solo fortalecerá la capacidad operativa de las fuerzas policiales, sino que también enviará un mensaje claro a los grupos delictivos: no hay lugar para la impunidad. La implementación del mando único en estas regiones estratégicas es vista como un modelo potencial para otras áreas afectadas por la delincuencia en el país.
Este acuerdo es una muestra del compromiso de los gobiernos de Sonora y Baja California para garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos, estableciendo un precedente para futuros esfuerzos de cooperación interestatal en materia de seguridad pública.
Redacción
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